2010/08/10







AL BETRAYAL: el James Dean de la fotografía

Hace algún tiempo, a través de una revista de fotografía, descubrí a Al Betrayal. La serie de fotografías denominada "Mundo marino" me impactó. Se trataba de apenas tres o cuatro imágenes en blanco y negro en las que un hombre con un maletín y traje oscuro caminaba por la orilla de la ría de Bilbao. La elegancia del hombre trajeado contrastaba con el hecho de que en la cabeza llevaba colocado un casco de buzo. Si ya sería impactante la imagen de una persona con traje y maletín paseando por esa zona, el casco de buzo hacía rizar el rizo. Un doble tirabuzón. Sin duda.

Indagué en el autor de dicha serie y me topé con Al Betrayal. Incluso pude intercambiar algunas palabras "virtuales" con él. Joven con muchas ganas de experimentar. Me comentó que alguna fotografía de dicha serie formaba parte de un grupo de música denominado McEnroe. Buscando por la red apenas he podido recuperar alguna de las imágenes que formaban ese "Mundo marino".



 

Pero Al Betrayal no solamente era un genio de la fotografía. También escribía y dibujaba. Y con gran maestría fusionaba dichas "artes". Sus obras posteriores así lo demuestran. El propio Al Betrayal lo describía: "Fotografías, dibujos, palabras...todos se complementan entre sí para formar mi narración. El medio es sólo una herramienta y cada uno usa la que mejor le sirve. En mi caso es una necesidad. Dibujaba de pequeño para expresarme, escribo para encontrarme en mis palabras a mí mismo, y hago fotografías para canalizar lo efímero. Esas ideas juntas, trazan un camino desde mí mismo hasta mi obra". 


Una de las obras que demuestran esa fusión es la titulada "Verano muerto", desarrollada entre 2008-2010. Esta serie puede contemplarse en la Galería Cero de Madrid. Al Betrayal describía esta serie de la siguiente manera:

"Buscarse, encontrarse, todos llegamos a este mundo perdidos y a menudo nunca jamás nos encontramos, porque el camino es disuasorio, como caminar sobre el lomo de una serpiente,hecho de millares de diamantes.

Huimos de aquello que nos daña, y nos aferramos de forma desesperada a todo aquello bueno que la diosa fortuna se le antoja cruzar en nuestro camino, solo la muerte es reveladora, pero llegados a su encuentro no hay posibilidad de rehacer el camino, y con voz implacable pero llena de comprensión, sentencia nuestras vidas, bajando el telón de nuestro teatro particular.




Recuerdo un verano cuando era pequeño, los días se sucedían en la playa junto a mi madre, y el mar que hipnotizaba mis ojos me atraía hacia el juego sinfín de las olas, a la fuerza de la marea, a la que abandonaba mi cuerpo impulsándome hasta la orilla, y vuelta a empezar, y el momento en que una gran ola me sumergía con su fuerza en el mar, ese instante de confusión, agonía y redención a la incontrolable fuerza de la naturaleza es la mejor metáfora que puedo expresar para definir como es el encuentro con la muerte, no por el dolor del instante, sino por su similitud, al ser una fuerza que se escapa a cualquier control.



Salí de la ola.

Aire de nuevo en mis pulmones.



El mundo nunca antes fue tan fascinante.



Nunca quise amar tanto.



Nunca quise vengar tanto.



Nueva vida.



Una mañana de invierno.



Desperté de un verano muerto."

 


"El mundo de Al Betrayal no se explica, se siente. Sus dibujos e imágenes se meten bajo la piel como si fueran tatuajes y ahí habitan, en ese terreno en que la tinta se mezcla con la sangre y se convierten en un acto existencial, necesario, imprescindible y vital, como el respirar.

Al Betrayal tiene la capacidad de transitar los territorios contradictorios del ser, dónde la sutileza convive con la ironía, la lucidez con la candidez y la ternura con el desgarro. Maestro de las preguntas sin respuesta, los callejones sin salida y las salidas de emergencia, Al nos invita a zambullirnos en la ola que le empapó un día de Verano Muerto y cuyos rastros húmedos todavía se sienten como escalofríos en la piel de sus fotos. Dudas, confusión, amor, vida, muerte… Espejito, espejito, ¿Quien coño soy? Se pregunta Al y nos preguntamos todos… Su respuesta es líquida y etérea, está llena de nubes, de lluvia, de humo y de niebla… Es efímera y eterna, personal e universal, privada y compartida.

Las fotos de Al Betrayal son y están llenas de tatuajes, porque para él los tatuajes son fotos inscritas en la piel, marcas visibles del interior del ser. Al tatúa cuando fotografía, dejando una huella en lo que retrata y creando un vínculo directo con ello. Es su forma de entender y estar en el mundo. Al jamás es, ni será, objetivo. Su mirada configura la del otro y en un juego de proyecciones, fotógrafo y retratado se convierten en cómplices. Ante su cámara, la desnudez emocional es un requisito y la única forma posible de posar. No dejes de mirarme, solo mírame igual que yo te miro a tí en este instante… El viaje que Al nos propone es un viaje de confianza y si aceptamos, él nos llevará allí donde vayan las nubes…" Fuente: Galeria Cero.

Con esas palabras definía la propia Galería Cero la obra de Al Betrayal pocos días antes del comienzo de la exposición "Verano muerto". Como si de una macabra premonición se tratara.


Al Betrayal falleció hace dos meses.


Quizás sea ahora donde su obra cobre más importancia aún. Y es que no podremos disfrutar más de su arte. "¿Dónde te gustaría llegar en la fotografía?", le plantearon en una entrevista (Nov.2009). "No me planteo a dónde llegaré, pregunta a la ruleta, ella sabrá. Me interesa más el ahora, abrir los ojos cada día y buscar algo que contar, la cámara no es más que una fiel compañera en este viaje hacia mí".

Buen viaje, Al.
 

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