CONCURSOS FOTOGRÁFICOS: Habla mal de mí... pero habla...

Recientemente dos Concursos de fotografía han dado un fallo cuanto menos sorprendente. Nadie a estas alturas de la película (o del pixel) va a preguntar sobre la objetividad que puede tener un Concurso de cualquier arte, pero hay cuestiones que traspasan algo más que la mera subjetividad.

Hace poco más de dos semanas nos enteramos que el Concurso Internacional BJP premiaba la siguiente imagen:

  Hombre dormido en la Milla de Oro de Durban, Sudáfrica. Imagen: Michelle Sank.

Cuando una imagen hay que explicarla porque no sabemos qué significa pues dice muy poco del jurado. Y es que en este caso, si no nos dicen nada, desconocemos si se trata de un hombre sin recursos en un lugar donde circula el dinero, de alguien que se ha pasado con la bebida y le ha pillado el día en su retorno a casa o de una persona que está descansando en cualquier parque después de haber comido un tentempié y previo a reincorporarse a sus tareas laborales. Quién sabe...

Pero no suficiente con esto, recientemente, y tal y como nos hacía llegar Antonio Nogales (http://www.flickr.com/photos/fancalo/), otro Concurso (en este caso la Revista Amateur Photographer) conseguía impactarnos bastante más con un Segundo Premio a la fotografía de un tal Panayiotis Lamprou, que le ha llevado a embolsarse unas 3.000 libras esterlinas. La imagen en cuestión muestra a su esposa en una situación algo más que provocativa.

Foto: Panayiotis Lamprou

Supongo que después de ver el fallo del Jurado de este último concurso fotográfico, los herederos del recientemente fallecido Bob Guccione, fundador de la revista Penthouse, estarán frotándose las manos ante el dineral que pueden hacer en los Concursos de los próximos veinte o treinta años.

Está claro que los Concursos fotográficos de publicaciones o entidades lo que empiezan a buscar es simple y llanamente, publicidad. Que se hable de ellos. Que las fotografías premiadas aparezcan en blogs, páginas web, revistas y demás soportes. Se trata de provocar. De que algunos muevan el nogal, que ellos ya se encargarán de recoger las nueces del suelo. Lamentable y triste... muy triste...